Características de la Generación Z
Los miembros de la Generación Z o centennials nacidos entre 1995 y 2010, constituyen ya 20% de la fuerza laboral en el mundo aun cuando la mayoría de ellos todavía se encuentran estudiando, siendo así parte fundamental en la transformación del mundo actual a consecuencia de la pandemia.
Dentro de pocos años, esta generación deberá prácticamente hacerse cargo del mundo, sin embargo ¿estarán preparados para enfrentar los retos que esto conlleva? Aquí algunas características de la Generación Z.
Nativos de la era digital
Los centennials no conocen el mundo sin pantallas, redes sociales digitales o smartphones, por lo que están siempre conectados, son multitask y multipantallas. Una encuesta realizada por Dell Technologies, a más de 12 mil jóvenes de 17 países reportó que 80% de estos aspiran a trabajar con tecnología de punta, mientras que 52% está seguro de contar con las habilidades tecnológicas que los empleadores requieren.
Conciencia social y ambiental
Esto los hace ser consumidores conscientes que optan por marcas sustentables, además de participar activamente (e incluso fundar), organizaciones ambientalistas o con alguna causa social, así como ser mucho más abiertos e inclusivos que sus generaciones precedentes.
Pragmáticos y realistas
Es decir, la mezcla perfecta entre los soñadores millennials y los racionales X Gen.
Adaptables y resilientes
Los más “viejos” de los centennials apenas alcanzan los 25 años, sin embargo, ya han vivido amenazas de terrorismo, el cambio climático, varias recesiones económicas e incluso una pandemia, lo que les ha permitido impulsar su capacidad de resiliencia y adaptarse a entornos adversos.
Creativos y autodidactas
Por ello, los educadores deben encontrar nuevas herramientas para “cultivar” el conocimiento en los jóvenes, que son apasionados por el autoaprendizaje y que consideran a las soft skills como parte indispensable de su proceso formativo.
Trabajan en lo que les apasiona
Esto les permite elegir conscientemente en qué empresa trabajar o auto emplearse, adaptarse a diversos contextos laborales (como el home-office o los esquemas híbridos que plantea la nueva normalidad) y convivir sin prejuicios con sus generaciones precedentes.